¿Quiénes son Grupo Fugitivo, la agrupación desaparecida

Lo que parecía una noche más de música en vivo terminó en angustia. El pasado domingo 25 de mayo, cinco integrantes de Grupo Fugitivo, una banda de música mexicana con base en Reynosa, Tamaulipas, desaparecieron sin dejar rastro. Su última presentación fue en una fiesta privada en la colonia Riveras de Rancho Grande, y desde entonces no se sabe nada de ellos.
La noticia se confirmó oficialmente este martes 27 de mayo, cuando la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas emitió las fichas correspondientes a los músicos, quienes recientemente habían celebrado un exitoso evento en McAllen, Texas.
Una banda con identidad propia
Grupo Fugitivo surgió en octubre de 2023 y rápidamente se ganó el cariño de la gente en Reynosa. Aunque comenzaron interpretando covers de clásicos del regional mexicano, también se atrevieron con temas actuales de artistas como Luis R. Conriquez, Marco Antonio Solís y Gerardo Ortiz. Videos de sus presentaciones en TikTok y Facebook mostraban a una agrupación comprometida con su público, humilde y con gran talento.
¿Quiénes son los desaparecidos?
Los músicos reportados como desaparecidos son:
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Francisco Xavier Vázquez Osorio, 20 años
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Nemesio Antonio Durán Rodríguez, 40 años
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Livan Edyberto Solís de la Rosa, 27 años
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Víctor Manuel Garza Cervantes, 21 años
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José Francisco Morales Martínez, 23 años
Todos formaban parte activa de la agrupación, ya sea en la tuba, guitarra o como vocalistas.
Una desaparición que duele y preocupa
La última vez que se supo de ellos fue tras concluir el evento privado. Desde entonces, ni familiares ni amigos han podido localizarlos. ¿Qué pasó esa noche? ¿Alguien los vio salir? ¿Qué ocurrió después del evento?
El colectivo Amor por los Desaparecidos compartió el caso en redes sociales, pidiendo apoyo ciudadano para encontrar a los jóvenes. La comunidad musical también ha empezado a manifestarse con preocupación, exigiendo respuestas y justicia.
¿Dónde están los integrantes de Grupo Fugitivo?
La incertidumbre crece cada hora. Las familias necesitan respuestas, y sus seguidores también. Este caso nos recuerda que, detrás del escenario, hay historias humanas que merecen ser protegidas y visibilizadas.